David
Mendoza es profesor interino. Las últimas 2 convocatorias de
oposiciones (2008 y 2010) aprobó con nota superior al 7, pero sin
obtener plaza por no tener suficientes años de experiencia docente
La
comunidad educativa de Madrid (alumnos, alumnas, padres, madres,
docentes y personal no docente) ha alargado el calor de estos últimos
días de verano. Las instrucciones de principio de curso, entregadas
desde la Consejería de Educación a los institutos el 14 de Julio eran
la gota que colmaba el vaso.
Los
recortes presupuestarios incidían esta vez sobre la cantidad de horas
lectivas por docente, que se aumentaba en 2 horas a la semana. Como el
horario del trabajador es cerrado de 37.5 horas a la semana, se tendría
que quitar esas nuevas horas de docencia directa de otro lugar (se
proponía desde la Consejería que se retiraran las horas de tutoría).
Esto es importante, porque se ha utilizado este argumento desde el
Gobierno de la Comunidad para arrojar a los docentes a los pies de los
caballos.
Para
amedrentar a la comunidad educativa se adoptó a una postura agresiva.
Primero la Presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre proclamó ante
las cámaras que los profesores trabajábamos mucho menos que cualquier
otro trabajador. Que ya le gustaría a muchos trabajar sólo las 18 horas
semanales que veníamos desempeñando, así que en época de crisis había
que arrimar el hombro y subir a 20 horas.
El
daño ya estaba hecho. Reafirmaciones. Desmentidos. Disculpas en su
cuenta de Twitter. La frase ya había calado. Y aún hoy, semanas después
dicho “argumento” es utilizado por políticos y periodistas. No es la
única mentira dicha por Aguirre o por su Consejera de Educación Lucía
Figar. Se habla que otras comunidades ya se dan 21horas a la semana
(Andalucía), cuando quién escribe tiene familia y amigos docentes allí
que pueden desmentirlo. Se dice que las elecciones traen estas
reivindicaciones, que están politizadas. Que “el recorte no afectará a
la calidad de la Educación”. Así una tras otras se repiten
aseveraciones tan fáciles de rebatir, como un barco de papel es de
hundir en un río.
No
sigamos pues ese discurso y hablemos pues de lo irrebatible. Datos
contrastados hablan de un recorte de 80 millones de euros en la partida
presupuestaria de la Comunidad de Madrid para Educación. A su vez, de
90 millones de desgravaciones fiscales se aplicarán en este próximo
IRPF para escolarización, dícese, para aquellas familias que llevan sus
hijos a colegios privados. Sumen a ello que el suelo reservado para
escuelas públicas se regala a las privadas, argumentando que no hay
dinero para construir escuelas, pero que es necesario que existan más
plazas para alumnos.
Lo que
es cierto es que este año hay más matriculaciones en la Pública (debido
a la crisis) y que como donde antes se daba 18 ahora se da 20, se han
ahorrado un número de trabajadores (interinos), que venían trabajando
con contratos fijos-discontinuos durante los últimos años. Pero si el
número de alumnos crece y el de docentes disminuye, las matemáticas nos
dicen que aumentará la proporción de alumnos por clase. Aún se
reafirman Presidenta y Consejera que “el recorte no afectará a la
calidad de la Educación”. Es la gota que colma el vaso.
Desde
hace varios cursos la partida presupuestaria para la Pública se reduce.
Desaparece la atención a la diversidad en el aula. Primero cayeron las
aulas de enlace y compensatoria, que acogían a estudiantes con desfase
en el currículo de dos años respecto a su grupo de referencia, o a
aquellos inmigrantes que no conocían el idioma y necesitaban esa
adaptación antes de pasar también con su grupo de referencia.
Este
año toca ampliación horaria con su consiguiente reducción de profesores
interinos, reducción de orientadores y profesionales de audición
lenguaje y de psicología terapéutica. Hay profesores impartiendo
materias que no son las suyas. Desaparecen los desdobles (partición del
grupo en dos o tres) que permitían hacer prácticas de laboratorio o
idiomas. Se cierran bibliotecas, ya que no hay profesores para
llevarlas. Las guardias se reducen, así que si alguien cae enfermo a
ver qué hacemos con los alumnos, ya que no hay quién pueda sustituirle
esas horas.
Todo
esto lleva a que las aulas estén masificadas, con chicos con
necesidades educativas especiales pero sin profesor de apoyo. El
docente se encuentra con un mayor número de alumnos, menos recursos y
sin posibilidad de atenderles a todos. Pero Presidenta y Consejera
repiten: “el recorte no afectará a la calidad de la Educación”.
- J. Goebbels: “una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad”.
Medios de (des)comunicación.
El
papel de los medios como Servicio de Inteligencia, a dos meses vista de
las elecciones, es de extrema relevancia. Cada fuerza política tiene
sus grupos de comunicación afines. Con la televisión digital terrestre
el número de cadenas de televisión y con ellos el número de
“periodistas” en los “programas de opinión”, han florecido cuales setas
en bosque húmedo.
La
calidad de la información ha solido ser sesgada, partidista o en el
mejor de los casos erróneas por no haber investigado correctamente. La
necesidad de titulares y el fuego de artillería desplegado tras ellos
ha sido brutal. Se ha intentado polarizar a la población, a menudo
demonizando al colectivo docente.
Se ha
vuelto a incidir en el número de horas que se trabaja a la semana (como
si un futbolista sólo trabajara 90 minutos, un cirujano sólo cuando
está en la mesa de operaciones, o una Presidenta sólo cuando está
sentada en su bancada). Se nos ha comparado con distintos países, así
como nuestros sueldos, etc. Especial mención aparte merece Telemadrid,
por la calidad de la desinformación que ofrecía. Que si modifico unas
gráficas para que parezca que los docentes ganan más dinero. Que si
hago una encuesta pero no doy el teléfono para llamar, eso sí, los
resultados avalan mi punto de vista…
Mi
preferido es sin duda la apertura informativa del día 20 de Septiembre:
“el seguimiento de la huelga en los Centros Concertados es nula”. ¡Pero
si la huelga es de la Enseñanza Pública! Puestos a informar así podían
haber informado que el seguimiento fue nulo en el Metro de Madrid, la
RENFE y El Corte Inglés. Pero estos profesionales de Telemadrid son muy
amables en comparación con los tertulianos de la TDT, radio y
periódicos de los medio afines cuya labor de desinformación ha sido
exquisita.
Sindicatos y comunidad educativa.
Los
profesores de la Comunidad se dividen entre colegios privados,
concertados y públicos. A su vez, según la etapa (cuerpo) son docentes
de Infantil y Primaria, o de Secundaria, Bachiller y F.P. Los
sindicatos mayoritarios en Madrid elegidos en las pasadas elecciones de
2010 fueron: CC.OO.(93 representantes), ANPE (45), CSIF (35), UGT (24),
CGT (2). La visión de cada sindicato sobre la situación y cómo actuar
es dispar.
Estos
últimos años el ataque a la enseñanza ha sido global en todas las
etapas, pero el colectivo no ha sabido implicarse con las
reivindicaciones de cada cuerpo. El sentimiento de desunión ha sido muy
grande, así como el de no estar representados y defendidos por dichos
sindicatos.
Las
huelgas que se promovían eran de días sueltos, en su mayoría en fechas
cuya incidencia fuera mínima. Los docentes pedían más contundencia a
los sindicatos y éstos respondían que si no se secundaban sus huelgas
no iban a promover más. La teoría de la pescadilla que se muerde la
cola y el caldo perfecto para dar barra libre al Gobierno para hacer y
deshacer a su antojo.
La
situación tras saber las medidas a tomar para el curso 2011-12 ha
cambiado. En los claustros de final de curso pasado se trataron las
noticias “extraoficiales” que nos llegaban. Los docentes empezaron a
aunar fuerzas y posturas, transmitiendo sus opiniones mediante cartas a
la Consejería, asociaciones de padres y madres de alumnos y a los
sindicatos. De nada sirvieron las quejas, ya que el citado día 14 de
Julio se hicieron oficiales todos los malos augurios: más recortes de
docentes y especialistas, recortes de becas y privatización de las
horas de refuerzo. Dicho “Plan Refuerza”, es de horas complementarias
por las tardes que son gratis para los alumnos, pero impartidas por una
empresa privada que por cierto paga a sus asalariados 170 euros
brutos al mes por dichas clases.
La
comunidad educativa ha respondido. Los sindicatos crearon asambleas que
fueron recogiendo las opiniones de los claustros de cada instituto. Con
una mayoría cercana al 57% se votó en los claustros una huelga
indefinida de Martes, Miércoles y Jueves.
La
primera semana de concentraciones masivas en la capital y las huelgas
han sido todo un éxito, a pesar de la campaña de desinformación
oficial. La Presidenta decía el día 14 de Septiembre que los
manifestantes eran “liberados sindicales” (sic). Alrededor de 20.000
personas en la calle, madres, padres, niños, niñas, profesores… Un
ejercicio de ceguera voluntaria el de esta señora. Después llegaron las
guerras de cifras ridículas sobre el seguimiento de paros y otras
concentraciones.
Sin
embargo, el dato presente es que un colectivo con profesores de todas
las ideologías se ha unido sacando a la calle más de 50.000 personas
(6.000 ó 90.000 según Consejería/sindicatos) y participando en un más
de un 70% en los paros (40% u 80% según las fuentes)
El
futuro es una incógnita. La desunión llega por todos lados. Los
sindicatos no se ponen de acuerdo si la huelga debe ser de 2 ó 3 días a
la semana, si debe ser una vez al mes o indefinida. La sensación
inicial era de poderío y de orgullo por conseguir esa unión. La misma
que puede desaparecer si los sindicatos no eligen correctamente la
opción a seguir.
http://www.diariounidad.es/index.php?option=com_content&view=article&id=239:carta-de-un-profesor-interino-de-madrid-en-huelga&catid=59:sociedad&Itemid=137
Gestión de credenciales 2020 2021
Hace 4 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario